La Dra. María Dolores García Perea es, desde 1992, Investigador Educativo del Instituto Superior de Ciencias de la Educación del Estado de México, actualmente es Investigador Nacional, Nivel I, del Sistema Nacional de Investigadores de CONACYT y está certificada en Competencias docentes por CERTIDEMS (2014).
Es autora de los libros: El investigador educativo en las sociedades del conocimiento y de la información. Tomo II (Gestión del conocimiento y Teleformación) (2015), El investigador educativo en las sociedades del conocimiento y de la información. Tomo I (2015), Aprender a aprehender la esperanza (2013), Las nociones de formación en los investigadores (2010 y 2012) y Formación, concepto vitalizado por Gadamer (2006, 2007 y 2015). Coautora del libro: El concepto de percepción en Georg Berkeley (2009).
Es miembro de las redes académicas siguientes:
Internacionales: Red Iberoamericana de Pedagogía (REDIPE) y Red Internacional de Filósofos de la Educación (RIFE).
Nacionales mexicanas: Association Francophone Internacional de Recherche Scientifique en Educación, Sectión Mexicaine (AFIRSE); Red Mexicana de Investigadores de la Investigación Educativa (REDMIIE); Red Nacional de Investigadores en Educación y Valores (REDUVAL); Asociación Nacional de Asesores, Consultores e Instructores Independientes (ANACI); Ilustre y Benemérita Sociedad de Geografía y estadística del Estado de México (SMGEEM).
Forma parte del Comité Científico de REDIPE, Comité Editorial de la tercera publicación conjunta de la UAEMEX-Instituto Tecnológico de Mérida, Consejo Editorial Consultivo de Revista (RISCI), Miembro del Registro CONACyT de evaluadores acreditados (RCEA) y árbitro del Congreso Internacional d Innovación Educativa, Evaluación de las Propuestas Académicas para la integración del Catálogo de Formación Continua y Superación Profesional de Maestros en Educación Básica en Servicios, Simposio Iberoamericano en Educación, Cibernética e Informática (SIECI) y Conferencia Iberoamericana en Sistemas, Cibernética e Informática (CISCI).
Ha participado como TESTIGO DE CALIDAD de Carrera Magisterial 18ª Etapa, Departamento de Educación Preescolar en el Valle de Toluca, Ciclos Escolares 2008-2009 y 2006-2007, Toluca, México.
Ha recibido los reconocimientos siguientes: Premio al Mejor Artículo de Sesión de CISCI 2015, 2014, 2013, 2010 y 2008; Diploma destacada trayectoria en el estudio e investigación en las Ciencias de la Educación. Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística del Estado de México (2015); Mención de honor al mérito educativo y ciudadano REDIPE, Marco del Simposio Internacional de Educación, Pedagogía y Formación Docente (2014); Exaltación al mérito investigativo y a la producción intelectual. REDIPE, Marco del Simposio Internacional de Educación, Pedagogía, Investigación y Diversidad (2014); Mención de honor al Mérito a la labor Pedagógica y la producción intelectual. En el marco del Simposio Internacional de Educación (2013); Participación en la conferencia plenaria Séptima Conferencia Iberoamericana en Sistemas, Cibernética e Informática (CISCI 2008).
El presente trabajo, además de tener dos objetos de estudio - el docente y las tecnologías que utiliza en el aula escolar-, tiene como objetivos analizar: los procesos de transformación irreversibles que existen en ambos, el impacto, beneficios y críticas sobre la utilización de las tecnologías en la educación y el empoderamiento que otorga las tecnologías al docente cuando éste se ha alfabetizado.
Las tecnologías en el aula han sido y siguen siendo un tema insoslayable e impostergable en la educación mexicana debido a los beneficios y ventajas que ofrecen cuando son utilizados por los docentes para organizar, planificar y gestionar los procesos de enseñanza y por los estudiantes para fomentar, incrementar y garantizar los procesos de aprendizaje y la gestión del conocimiento.
También, han sido severamente criticadas, no tanto por su potencial informativo y de comunicación, de aprendizaje y conocimiento, para el empoderamiento y la participación, sino por las actitudes de los docentes de concebirlas como fines cuando solamente son un medio y de sublimarlas y convertirlas en la panacea de solución a los problemas educativos y sociales cuando solo son parte de la cultura y jamás la podrán sustituir.
Las transformaciones que ha sufrido tanto las tecnologías en el aula escolar como algunas de las funciones realizadas por el docente, son irreversibles y difíciles de ignorar, porque ambos están implicados en la tarea de educar, porque las tecnologías han sido creadas para utilizarse como dispositivos para fomentar e incrementar el aprendizaje y la gestión del conocimiento y el docente tiene que generar rupturas en sus patrones culturales para familiarizarse, dominarlas y convertirlas en dispositivos educativos y de formación.
Identificar el vínculo que tienen las tecnologías utilizadas en el aula por parte de los docentes, desde la educación tradicional hasta la educación oblicua, implica reconocer que la transformación de las tecnologías generada por su evolución, jamás podrá ser paralela a los procesos de formación del docente, debido a que las webs impulsan la creación continua, progresiva y permanente de las tecnologías y herramientas tecnológicas utilizadas en el aula, y que la crisis del docente para alfabetizarse, se debe, no solo a la infoxicación que genera el internet, sino también a los procesos de cambio, adaptación y desfase que tiene que enfrentar para estar acorde a los avances tecnológicos.